¿En qué principios se basa Cazadores por la Conservación?

 

La finalidad del programa de voluntariado Cazadores por la Conservación es promover la Conservación de la Biodiversidad fomentando el modelo de caza sostenible basado en los Tres Principios Fundamentales de Caza Sostenible que propugna la Fundación Caza Sostenible.

 

El modelo de caza sostenible se fundamenta en la Conservación de la Biodiversidad. La Conservación de la Biodiversidad es la base que sustenta y legitima todo aprovechamiento de recursos naturales renovables vivos silvestres. Según lo cual, su aprovechamiento solo es justificable si permite su uso sostenido en el tiempo y, con ello, Colabora en la Conservación. Por tanto, la caza, como recurso natural renovable de especies silvestres, solo es comprensible bajo los parámetros de nuestro tiempo si su uso ayuda a la Conservación. Para que haya una caza sostenible es imprescindible que existan “Beneficios Tangibles para la Conservación”.

 

Así lo entiende la comunidad científica internacional. Así lo establecen, por ejemplo, el Consejo Internacional para la Caza y la Conservación de la Fauna (CIC) en el documento Wildlife and Comercially-Bred Formerly Wilds Animal,  la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en las Directrices de la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) de la UICN sobre la caza de trofeos como un instrumento para crear incentivos para la conservación y La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en el Documento 39.1 Trofeos de Caza de especies Incluidas en el Apéndice I o II  de la 17ª Reunión de las Partes.

 

En un futuro próximo, con seguridad, la caza solo será admitida como una actividad lícita cuando cumpla con esta premisa: Ser útil a la Conservación de la Biodiversidad. Lo cual se da cuando el uso de una especie silvestre, para ser sostenible, cumple las tres condiciones fundamentales que establece la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN):

 

(a) No reduce el potencial de uso futuro de la población cazada o menoscaba su viabilidad a largo plazo;

(b) Es compatible con el mantenimiento a largo plazo de la viabilidad de los ecosistemas.

(c) No reduce el potencial de uso futuro, ni perjudica la viabilidad a largo plazo de otras especies.

 

Cuando se cumplen estas tres condiciones, se cumplen los Tres Principios Fundamentales de Caza Sostenible:

 

     1. Principio de Conservación de las Especies Cinegéticas.

La caza debe conservar y mejorar las poblaciones en estado natural de las especies de caza, manteniendo su densidad, comportamiento natural y diversidad e integridad genética.

      2. Principio de Conservación de las Especies No Cinegéticas.

La caza no puede ser un problema para el resto de especies. Debe respetar las especies no cinegéticas, ayudando a conservar y mejorar con su gestión en la medida de lo posible el conjunto de poblaciones presentes.

      3. Principio de Conservación de los Hábitats.

La caza debe conservar y mejorar el ambiente en el que se desarrolle, manteniendo como un conjunto integrado sus componentes bióticos y abióticos, y los procesos naturales y antrópicos que los relacionan.

 

La caza tiene que ser un instrumento cierto para la conservación de la biodiversidad. Bajo esta premisa, el respaldo a la caza está asegurado y, con ello, su permanencia en el tiempo. A la vez que la animadversión pública a la caza de carácter puramente emocional puede ser respondida y contrarrestada con sólidos argumentos probados científicamente, respaldados por la comunidad científica internacional.

Sobre esta base se asienta la filosofía de Cazadores por la Conservación. Su finalidad es promover estos principios, llevándolos a la práctica.