CAZA SOSTENIBLE

 

Principio 3:   Ensure that harvest is ecologically sustainable   

 

[Asegurar que el aprovechamiento (de la caza) es ecológicamente sostenible]

 

 

CONSEJO DE EUROPA (COE). Principio 3, Carta Europea sobre Caza y Biodiversidad

 

© Javier Hergueta

 

La caza, más allá de las ideas preconcebidas al uso que sobre ella se tiene, es una gran desconocida para el público en general. Uno de los objetivos básicos para la Fundación Caza Sostenible es dar a conocer qué es la caza sostenible. Para llevarlo a cabo, reservamos dentro de nuestras actividades un importante papel a esta faceta.

 

En el libro Caza Sostenible se recogen los parámetros fundamentales que sustentan la sostenibilidad en la caza.

 

¿Qué es la caza sostenible?

 

En un primer acercamiento, se podría definir la caza sostenible como el aprovechamiento continuado en el tiempo de las especies de caza como recurso natural renovable, de manera tal que no implique su deterioro ni el del medio que las sustenta. 

 

Si atendemos a la definición que hace el Consejo de Europa, a través del Convenio de Berna, en la Carta Europea sobre Caza y Biodiversidad, se entiende por caza sostenible: "el uso de especies de caza silvestre y sus hábitats en un modo y a un ritmo que no conduzca a la disminución a largo plazo de la diversidad biológica o entorpezca su restauración. Ese uso mantiene el potencial de la diversidad biológica para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las de las generaciones presentes y futuras, así como el mantenimiento de la caza como un actividad aceptada social, económica y culturalmente (sobre la base de la definición de "uso sostenible" en el artículo 2 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD)). Cuando la caza es llevada a cabo de manera sostenible, puede contribuir positivamente a la conservación de las poblaciones silvestres y sus hábitats, y también beneficiar a la sociedad”.

 

Sin embargo, la caza sostenible es más que eso. Existe un grado más de profundización que debe ser tenido en cuenta para alcanzar a comprender plenamente el concepto de sostenibilidad en la caza.

 

Es cierto que lo anterior, cazar solo una parte de la población dejando intacta su capacidad de perpetuarse indefinidamente en el tiempo, es lo que normalmente se entiende como sostenibilidad en la caza. Esto es fundamental y constituye la base de la caza sostenible: las poblaciones cazadas deben mantenerse viables en el tiempo. Pero eso no es lo único. Debe haber también otros parámetros que garanticen que ese mantenimiento de las poblaciones en el tiempo procura poblaciones sanas, silvestres, viables como tales por si solas; a la vez que sus hábitats se conservan igualmente en estado de satisfacerles por si mismos todas sus necesidades. Y estos parámetros incluyen que la población se mantenga pura (genética), sea silvestre (no ganado), mantenga intacto su carácter silvestre para la supervivencia y la defensa (no sea alimentada artificialmente, ni manejada intensiva o artificialmente) y su población esté sujeta a la capacidad de carga del medio (puede ser una capacidad de carga ordenada: aumentada naturalmente, sin intensificar ni artificializar la población ni su medio). Todo ello englobado en la conservación de la diversidad biológica en su conjunto (especies, ecosistemas y genes) que debe igualmente ser conservado globalmente (“el uso de especies de caza silvestre y sus hábitats en un modo y a un ritmo que no conduzca a la disminución a largo plazo de la diversidad biológica o entorpezca su restauración”).

 

La sostenibilidad completa, integral en la caza tiene, por tanto, dos condiciones de obligado cumplimiento: la no sobreexplotación del recurso (su mantenimiento en el tiempo) y la no artificialización del recurso (su mantenimiento en el tiempo de manera natural, sin alterar negativamente sus parámetros naturales ni los de sus hábitats).

 

La sostenibilidad integral en la caza se alcanza cuando se cumplen estas dos condiciones:

 

1. Las poblaciones cinegéticas se mantienen viables para un aprovechamiento sostenido en el tiempo(sin sobreexplotación).

 

2. Las poblaciones cinegéticas se mantienen de manera natural en el tiempo (sin artificialización).

 

¿Cuándo es insostenible la caza?

 

La mejor manera de establecer cuándo es insostenible la caza es aquella en la que cualquiera de las actuaciones de caza o de gestión tiene algún efecto negativo sobre las poblaciones o sobre el hábitat.

 

Los efectos negativos (sobre las propias especies cinegéticas, sobre otras especies no cinegéticas, o sobre el hábitat) explican y demuestran que la actuación (de caza o de gestión) es inadecuada desde el punto de vista de la sostenibilidad: afecta a la conservación natural de las especies en relación con su medio, o al propio medio en su conjunto. Un efecto negativo sobre las poblaciones o sobre su medio indica e implica, dependiendo de su intensidad, un nivel mayor o menor de intensificación y artificialización. Cuanto mayor sea el nivel de los efectos negativos de estas actuaciones, mayor insostenibilidad.

Los efectos negativos sobre las poblaciones o sobre sus hábitats explican, a la vez que lo demuestran por sus resultados, la insostenibilidad en la caza. Por ello, cualquier actuación que afecte negativamente a cualquiera de los tres Principios Fundamentales de Caza Sostenible (a las especies cinegéticas, a las especies no cinegéticas o al hábitat) es insostenible.

 

¿Cuándo es sostenible la caza?

 

Actualmente falta un consenso generalizado sobre lo que es realmente en la práctica la caza sostenible y su gestión. Agravado porque, debido a esta misma indefinición, el término sostenible se utiliza en exceso para referirse a las prácticas cinegéticas más dispares, sean o no realmente sostenibles.

 

No obstante lo cual, al igual que se puede establecer la insostenibilidad de las actuaciones por sus efectos negativos, a contrario sensu, también se puede establecer la sostenibilidad cuando ninguna de las actuaciones que se realicen (de caza y/o de gestión) afecten negativamente a las poblaciones cinegéticas en cuanto recurso natural renovable (especies silvestres dependientes de manera natural de su medio), a las poblaciones no cinegéticas presentes, ni a la conservación del medio natural en su conjunto. Es decir, que no afecte negativamente a ninguno de los tres Principios Fundamentales de Caza Sostenible.

 

Por tanto, se puede establecer que es caza sostenible aquella que, tanto en su ejercicio como en su gestión, no desarrolla ningún tipo de actividad o acción que afecte negativamente a las poblaciones de especies cinegéticas naturales, a otras poblaciones no cinegéticas, ni al hábitat en su conjunto.

 

Siempre que se cumpla el enunciado anterior, fácilmente verificable mediante el método de comprobación de los efectos de la actividad cinegética y sus actuaciones de gestión, se puede afirmar que se trata de caza sostenible.

 

 

 

                                                          CONOCE LA CAZA SOSTENIBLE

De los anteriores textos ©Justo Covisa, Caza Sostenible

Para completar el contenido, puede consultarse el capítulo

¿Qué es la caza sostenible? del libro Caza Sostenible