La caza es un recurso natural renovable. Las especies cinegéticas, como recurso natural renovable, son susceptibles de aprovechamiento. La caza, como actividad, está sometida a una amplia regulación para su aprovechamiento ordenado y sostenible.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el año 2000 en el documento denominado Declaración de política de la UICN acerca del uso sostenible de los recursos vivos silvestres y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en el año 2004 a través del documento denominado Principios y Directrices de Addis Abeba para la utilización sostenible de la diversidad biológica, establecen claramente el legítimo uso de los recursos naturales vivos silvestres (entre los que se encuentra la caza) de manera sostenible para atender a las necesidades humanas de manera permanente y para contribuir al mismo tiempo a la conservación de la diversidad biológica.

El Consejo de Europa a través del Comité Permanente del Convenio de Berna sentencia ya definitivamente en 2007 en el documento denominado Carta Europea sobre Caza y Biodiversidad que la caza es un recurso natural renovable susceptible de aprovechamiento sostenible, con el cual se atiende a legítimas necesidades humanas y se contribuye a la conservación de la diversidad biológica, entre la que se ecuentra las especies, los ecosistemas y la diversidad genética.

La caza es un importante recurso económico, social y ambiental en nuestro pais.